viernes, 11 de abril de 2008

Nos quieren imponer su himno a la fuerza


SARMIENTO:

TRAIDOR Y MASÓN

Ahora que el gobierno porteño nos quiere imponer en las escuelas la obligatoriedad de cantarle al mejor propagandista chileno que tuvo San Juan, no podemos menos que recordar una anécdota deliciosa y revitalizante. Médicamente vasodilatadora y descongestiva.

Aconteció en esta época de libertades irrestrictas, de permisivismos atroces, de indiscriminaciones múltiples y compulsivas, de pedagogías liberadoras, de derechos del niño, de prédicas educativas revolucionarias. Sucedió en Quemú-Quemú, provincia de La Pampa, en la Escuela Nº 193, “Juan José Paso”. Un niño de siete años, Joaquín Tolosa, se negó a cantar el “Himno a Sarmiento”, porque sus mayores bien le habían enseñado que no se debe honrar la memoria de quien traicionó a la Patria y blasfemó contra Dios.

Este niño fue literal y explícitamente amenazado y presionado con todo tipo de coacciones psicológicas y morales, durante largos meses. En su Boletín de Calificaciones, que tenemos a la vista (lleno de muy buenas notas, por cierto), en el rubro Educación Artística se apunta: “no entona el himno a Sarmiento”. Las responsables de este desaguisado normalista, tan triste cuanto cobarde, tan hijo de la insipiencia como de la memez, son la directora del establecimiento, Yolanda Martín de Hecker, y la maestra de música: Viviana Bousquet.

Vaya desde aquí nuestro repudio a las sarmientinas docentes, nuestro encomio a quienes aún saben criar a sus hijos y discípulos espirituales en la verdad histórica, y nuestra coplita confortadora al pequeño nacionalista:

No cantes, Joaquín Tolosa,
himnos que son mentirosos.
Pon a tu boca cerrojos
que la verdad se alboroza.

Te lo agradece el gauchaje
desde el corazón profundo.
Te lo agradece Facundo
rescatado del ultraje.

No cantes, Joaquín Tolosa,
Sarmiento no fue cristiano,
ni patriota, ni mariano,
y asesinó a Peñaloza.

Aunque te llegue el castigo,
la amenaza más certera,
seguirás siendo el testigo
de la historia verdadera.

Sepan, maestritas necias,
las de ignorancia culposa,
que con decisiones recias
y venciendo tanta inquina,
habrá más en la Argentina
como don Joaquín Tolosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, me llamo pablo y tengo 18 años. A mi me paso parecido a lo q le paso a ese chico. Durante mi ultimo año de secundaria se me dio por intentar buscarle la verdad a todas las cosas. Desgraciadamente me tope con la verdad de que Sarmiento no era el procer q nos querian vender... De forma pasifica adopte la posicion de no cantar el himno, de intentar abrirles los ojos a los demas, pero siempre respetando a los q no pensaban igual q yo... solamente la preceptora y la directora. Pero logre abrirle los ojos a muchos profesores (quienes me apoyaron en mi modo de protesta) y a la mayoria de mis compañeros del colegio...

Por eso, siempre hay q buscar la verdad a todo y luchar por nuestras ideas, y si la verdad va encontra de lo q pensamos, no la escondamos, al contrario hay q aceptarla.